En la actualidad, la migración de las historias clínicas a la nube se ha convertido en un hito crucial en la evolución de la gestión de la información clínica, beneficiando tanto al paciente como al profesional sanitario.
La transición hacia la nube no solo mejora la accesibilidad y seguridad de los datos clínicos, sino que también permite la integración ágil y eficiente de nuevas tecnologías, acelerando la explotación de los datos para una atención más precisa y personalizada. Este cambio es esencial para salvaguardar la información clínica de los pacientes y facilitar un acceso rápido y seguro a los registros de salud.
Los datos respaldan esta tendencia: los hospitales que han implementado la gestión de historias clínicas en la nube han logrado mejoras de hasta un 40% en la mejora de rendimiento y de un 66% en el tiempo de respuesta de las 10 páginas más lentas utilizadas, así como una reducción en los tiempos de recuperación de datos y la información en la historia clínica digital de los pacientes en menos de dos minutos. Estas cifras reflejan cómo la digitalización facilita un acceso seguro y ágil a la información clínica, contribuyendo a mejorar la productividad de los profesionales clínicos para mejorar su experiencia y que puedan dedicar más tiempo a sus pacientes.
La adopción de la nube también impulsa la escalabilidad y flexibilidad del sistema, lo que permite a los profesionales de la salud ejecutar tareas sobre un historial clínico electrónico que tradicionalmente llevaban quince minutos abordar, y que ahora se reduce a tan solo quince segundos. Además, con la posibilidad de generar entornos operativos de IT coherentes que permitan acceder a dicha información para respaldar decisiones clínicas críticas. La agilidad de la integración en la nube permite a las organizaciones sanitarias implementar soluciones innovadoras un 40% más rápido, acelerando la transformación digital del sector.
Es innegable que la migración a la nube trae consigo beneficios importantes en términos de privacidad y seguridad de los datos. En este sentido, la seguridad de la información es la prioridad número uno para Dedalus y Amazon Web Services (AWS). Dedalus cuenta con la certificación de conformidad con el Esquema Nacional de Seguridad (ENS), con el nivel alto en sus cinco dimensiones de confidencialidad, integridad, disponibilidad, autenticidad y trazabilidad.
Por su parte, AWS cuenta con más de 143 certificaciones de cumplimiento de estándares de seguridad incluyendo GDPR, HITRUST, Esquema Nacional de Seguridad (ENS) categoría alta. En España, hay 171 servicios AWS certificados nivel alto en el ENS en 31 regiones y 11 guías conjuntas con el Centro Criptográfico Nacional (CCN). Si hay algo que debamos dejar claro, es que para AWS el dato es propiedad del cliente. Los datos no se mueven de la región que los alberga y se pueden cifrar en tránsito y almacenamiento. Además de proveer de mayor capacidad de recuperación en situación de posible desastre.
En este contexto, la inteligencia artificial (IA) está jugando un papel fundamental, transformando la manera en que se gestionan y explotan los datos clínicos. Además, la IA generativa necesita de la nube para escalar. Tecnologías como el procesamiento del lenguaje natural (NLP) y el reconocimiento de voz, potenciadas por la nube, permiten capturar datos precisos y de calidad para apoyar la toma de decisiones clínicas.
Igualmente, la nube proporciona el espacio y la capacidad necesarios para procesar y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real. Gracias a la IA, y a soluciones innovadoras como los command centers, o centros de control, por las que apuesta Dedalus, los profesionales de la salud y gestores de organizaciones sanitarias pueden generar predicciones y obtener insights a partir de patrones clínicos, lo que potencia la toma de decisiones más rápidas y basadas en datos, optimizando así los resultados clínicos.
La colaboración interdisciplinaria entre profesionales de la salud y expertos en tecnología es clave para una integración exitosa de estas herramientas en el entorno clínico. La sinergia entre el conocimiento clínico y la innovación tecnológica permite mejorar la eficiencia de los procesos clínicos y la calidad de la atención sanitaria.
Y es que la migración a la nube y la incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial están redefiniendo la gestión y alcance de las historias clínicas, además de potenciar su valor. Esta transformación no solo moderniza el manejo de la información clínica, sino que también ofrece una atención más eficiente, personalizada y segura, en beneficio tanto de los pacientes como de los profesionales de la salud y del sistema sanitario en su conjunto.
| Nombre | Nacho Redero y Dra. Myriam Fernández |
|---|---|
| Empresa | Dedalus y Amazon Web Services (AWS), respectivamente |
| Cargo | Regional Solution Strategy Lead y Head of Health Innovation, EMEA, respectivamente |
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