La biotecnología española continúa posicionándose como un eje fundamental en la transformación industrial de Europa, impulsando soluciones innovadoras en salud, alimentación, sostenibilidad y autonomía estr
La Asociación Española de Bioempresas (AseBio) ha presentado el Informe AseBio 2024 bajo el lema “Hacia una Europa más competitiva”, con el respaldo de compañías como Amadix, MSD, Oryzon Genomics y Tebrio. El documento, que analiza la evolución del sector biotecnológico en España, subraya el papel estratégico que juega la biotecnología en el desarrollo económico, la transformación industrial y el liderazgo tecnológico europeo.
Con una contribución superior a los 13.000 millones de euros al PIB español en 2023 (1,1% del total), y más de 131.000 empleos generados, la biotecnología se consolida como un sector intensivo en conocimiento, altamente cualificado y con una productividad por empleado muy por encima de la media nacional. Además, el sector aporta un 0,4% del PIB en forma de recaudación fiscal y mantiene una fuerte inversión en I+D, con un crecimiento del 5,2% respecto al año anterior hasta alcanzar los 1.282 millones de euros.
Durante la presentación del informe, Rocío Arroyo, presidenta de AseBio, destacó el papel tractor del sector: “Desde España, estamos demostrando que nuestras empresas pueden ser un motor clave del proceso europeo hacia una mayor sostenibilidad, autonomía y competitividad”. No obstante, insistió en la necesidad de marcos regulatorios adaptados, una financiación adecuada y una conexión más fluida entre talento científico e industria.
Uno de los ejes clave del informe es la capacidad de atracción de inversión. En 2024, el sector ha cerrado 53 operaciones de financiación que suman 181 millones de euros —un 26% más en número de rondas que en 2023—, con una destacada participación de inversores internacionales procedentes de mercados como Canadá, Japón o Estados Unidos. El volumen medio por operación, sin embargo, ha descendido un 37%, lo que refleja una diversificación en las fuentes y estrategias de financiación.
Ejemplos como el de Tebrio, que ha captado 30 millones de euros para construir la mayor planta de producción de Tenebrio molitor de Europa, o las inversiones de MSD en su planta de Salamanca, centrada en medicamentos veterinarios estratégicos, ilustran cómo la biotecnología contribuye tanto a la sostenibilidad como a la soberanía industrial.
En el ámbito científico, las compañías biotech ocupan la segunda posición en porcentaje de investigadores sobre el total de empleados (15,99%) y han situado a España en la novena posición mundial en publicaciones científicas del área. La producción científica nacional en biotecnología representa ya el 2,49% del total mundial.
El informe también destaca los avances en materia de igualdad y formación. El 62% de los estudiantes de grado y máster en biotecnología son mujeres, y desde 2010 las empresas del sector han mantenido una representación femenina superior al 50%, incluyendo un 29% de mujeres en puestos directivos.
Por número de empresas, Cataluña se mantiene como líder con el 24,6% del total, seguida por Madrid, Andalucía, País Vasco y Comunidad Valenciana. Actualmente, España cuenta con 1.014 empresas biotech, un 4,1% más que en 2023, de las cuales el 95% son pymes o micropymes.
La secretaria general de Innovación, Teresa Riesgo Alcaide, cerró el acto reafirmando el compromiso institucional con el sector: “Estamos impulsando medidas clave como la sociedad público-privada de terapias avanzadas o el instrumento Innvierte Deep-Tech Transfer para reforzar el ecosistema innovador y responder a los desafíos estratégicos del país”.
La biotecnología española continúa posicionándose como un eje fundamental en la transformación industrial de Europa, impulsando soluciones innovadoras en salud, alimentación, sostenibilidad y autonomía estratégica.
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