Almira Bartolomé
Directora de Business Development, 3PBIOVIAN
Jurgen Van Broeck
CEO, mAbxience
Marta Valverde
directora de investigación clínica, Konexio Biotech
La ministra de Sanidad, Mónica García, aboga por mayor solidaridad en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos en la ONU
Con la experiencia acumulada durante 10 años del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), la ministra considera que “está claro que necesitamos una gobernanza coordinada”.
En la sesión plenaria de la reunión de alto nivel de la ONU sobre la resistencia a los antimicrobianos, que se lleva a cabo en Nueva York en paralelo a la Asamblea General, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha instado a una mayor solidaridad internacional en este tema crítico. García subrayó que “el uso incorrecto o innecesario de antimicrobianos nos afecta a todos” y enfatizó la necesidad de un enfoque multisectorial, mayor coordinación y financiación adecuada para los planes destinados a combatir la resistencia a los antibióticos.
La ministra recordó que España ha estado comprometida en esta lucha desde 2014, cuando se implementó el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN). Este plan sigue las recomendaciones de la Comisión Europea y del Consejo de la UE, reconociendo desde el principio que la resistencia a los antimicrobianos es un problema global que debe ser abordado desde la perspectiva de "Una Sola Salud", que integra la salud humana, la sanidad animal y, más recientemente, el medio ambiente.
García enfatizó que la clave para combatir este problema radica en la solidaridad, lo que implica un enfoque multisectorial que involucre a pacientes, profesionales sanitarios y otros sectores fundamentales. Además, destacó la importancia de extender esta solidaridad a los países en vías de desarrollo, que aún no cuentan con un plan para enfrentar este desafío, ya que, como se menciona en la declaración política, la resistencia a los antimicrobianos “no conoce fronteras”.
La ministra también destacó la necesidad de que todos los Estados Miembros se comprometan no solo a coordinar medidas a nivel nacional, sino también a colaborar a nivel internacional, asegurando la interconexión de sistemas. Este punto fue especialmente relevante durante la pandemia de COVID-19, que puso de manifiesto la importancia de un enfoque coordinado entre múltiples sectores, incluyendo la medicina, la sanidad animal, la agricultura y la economía.
Entre las líneas de acción más efectivas, García subrayó que la prevención ha demostrado ser la más costo-efectiva, y es en este ámbito donde muchos planes centran sus esfuerzos. La vigilancia también se identificó como un pilar clave: en la era de la información y los datos, la interconexión de sistemas a nivel intersectorial y global es más esencial que nunca. Por ello, la digitalización y el acceso a datos en tiempo real son ahora un foco prioritario para muchos países y sus planes de acción.
Un aspecto crucial, según la ministra, es la comunicación. No solo se necesita formar constantemente a los profesionales sanitarios en prácticas clínicas actualizadas, sino también concienciar a la población sobre la importancia de un enfoque solidario y un cambio de comportamiento colectivo. García subrayó que “concienciar a la población sobre este tema es esencial para abordar este desafío”.
Con la experiencia acumulada durante 10 años del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), la ministra considera que “está claro que necesitamos una gobernanza coordinada”. Esto implica la creación, financiación y dotación de poder decisivo a los planes nacionales de acción, como el de España, que García mencionó en el evento ‘Fostering an Equitable Global Response to Antimicrobial Resistance’, organizado por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
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